ESPERANZA VERSUS MIEDO Y ANSIEDAD
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”
Jeremías 29:11
Decía Aristóteles que la esperanza es el sueño del hombre despierto.
Hay otra manera de ver la esperanza y es verla como una cara de una moneda, el problema es que la otra cara de la moneda es el miedo a que no pase lo que se espera y eso aumenta la ansiedad.
A la Neurociencia le queda un largo camino por recorrer en el estudio de la salud mental, porque como bien se sabe correlación no significa causalidad, pero es bonito ver como poco a poco se van dando pasos que nos acerquen cada vez más al funcionamiento del cerebro.
La Esperanza se define como un estado ánimo optimista donde se esperan resultados favorables. Según la Real Academia Española la Esperanza es un “estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea”.
Para la psicología la Esperanza es una forma de creatividad ante situaciones de crisis o incertidumbre que conlleva coraje y entre sus beneficios está atenuar la ansiedad ante dichas situaciones.
Según los estudios del profesor Lazarus, la ansiedad y la esperanza comparten algunas similitudes: ambas implican un elemento de incertidumbre subjetiva y se refieren a la anticipación de un futuro donde las emociones son fuertes.
Hasta hace pocos años no se conocían los mecanismos cerebrales de la esperanza.
Un estudio publicado en el año 2017 en la revista Neuroimage estudió el cerebro de 231 estudiantes adolescentes y correlacionó los niveles de esperanza con la morfología cerebral.
Sus resultados vieron que aquellos que presentaban mayor esperanza tenían un menor enlentecimiento en la corteza orbitofrontal (es decir, éste área tenía una actividad más rápida en las personas optimistas).
El área localizada es clave para procesos de bienestar y justamente de protección de ansiedad.
Sus resultados probaban, por tanto, que la esperanza es una barrera ante la ansiedad.
Séneca decía que “el que sufre antes de que sea necesario, sufre más de lo necesario”.
Conviene pues pensar que:
¡Vendrán días mejores!
Vivir la Vida con Fe, Esperanza y Gratitud.
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S105381191730455X?via%3Dihub
15 de agosto de 2017
La esperanza y el cerebro: la esperanza como rasgo medio y el papel protector de la actividad espontánea de la corteza orbitofrontal medial contra la ansiedad
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