La salud humana es un
reflejo de la salud
de la tierra.
Heráclito
SEMILLAS DE CHIA (SALVIA HISPÁNICA) |
La Chía
requiere climas tropicales y subtropicales para su cultivo, y aunque la región
mesoamericana es ampliamente propicia para su desarrollo, éste se vio
interrumpido en los albores del siglo XVI, cuando los conquistadores españoles
invadieron América y su cultivo fue perseguido por considerársele una semilla
sacrílega, ya que constituía un elemento importante en las ceremonias
religiosas dedicadas a los dioses aztecas.
Está
documentado que los guerreros aztecas podían subsistir alimentándose únicamente
con chía durante sus batallas y expediciones. Las cantidades que consumían eran
sumamente pequeñas: tan sólo el equivalente a una cucharada era suficiente para
la marcha de todo un día. Giovanio Tosco, autor de “Os beneficios da “chia” em
humanos e animais”, menciona que, “alimentados con semilla de chía, los indios
tarahumara (los de los pies ligeros) de México cazaban a la presa
persiguiéndola hasta cansarla”.
En 1977,
en el sur de California, en una carrera de 163 km patrocinada por Nike, junto con atletas
venidos de todo el mundo, corrieron un grupo de indios tarahumara equipados con
unas sandalias caseras elaboradas por ellos.
Uno de ellos, Ciraldo Chacarito, de 42 años, consiguió la victoria en 19 horas y 39 minutos, con media hora de ventaja sobre sus competidores. Luego se supo que consumía semillas de Chía y agua, que le proporcionaban una energía, con la que podía pasar horas sin consumir otra cosa.
Uno de ellos, Ciraldo Chacarito, de 42 años, consiguió la victoria en 19 horas y 39 minutos, con media hora de ventaja sobre sus competidores. Luego se supo que consumía semillas de Chía y agua, que le proporcionaban una energía, con la que podía pasar horas sin consumir otra cosa.
La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada. Composición y propiedades de la Chía |
Diversos
estudios recientes sobre la composición química de las semillas de Chía han
mostrado algunas de sus notables características.
Su composición refleja en sí misma un alto contenido de proteínas y de grasas, superior en cantidad a muchos de los alimentos de origen agrícola que mayormente consumimos en la actualidad; pero además tales estudios señalan que la Chía es una fuente completa de proteínas puesto que presenta un perfil notable al tener casi todos los aminoácidos esenciales.
Respecto de las grasas, habría que decir que el aprecio actual por este cultivo precolombino se debe, en su mayor parte, al conocimiento creciente del papel que desempeñan los lípidos –y en particular los ácidos grasos poliinsaturados– en la conservación de la salud.
La Chía es, como ha sido subrayado por numerosos estudios, una de las mayores fuentes vegetales de ácidos grasos de la serie omega-3. Por si fuera poco, sus carbohidratos tienen también, desde un punto de vista nutricional, cualidades de gran importancia para la salud humana.
Su composición refleja en sí misma un alto contenido de proteínas y de grasas, superior en cantidad a muchos de los alimentos de origen agrícola que mayormente consumimos en la actualidad; pero además tales estudios señalan que la Chía es una fuente completa de proteínas puesto que presenta un perfil notable al tener casi todos los aminoácidos esenciales.
Respecto de las grasas, habría que decir que el aprecio actual por este cultivo precolombino se debe, en su mayor parte, al conocimiento creciente del papel que desempeñan los lípidos –y en particular los ácidos grasos poliinsaturados– en la conservación de la salud.
La Chía es, como ha sido subrayado por numerosos estudios, una de las mayores fuentes vegetales de ácidos grasos de la serie omega-3. Por si fuera poco, sus carbohidratos tienen también, desde un punto de vista nutricional, cualidades de gran importancia para la salud humana.
Cuatro cosas es necesario
extinguir en su principio:
las deudas, el fuego,
los enemigos y la enfermedad.
Confucio
CHÍA: LA SEMILLA MULTIPROPIEDADES |
Composición del aceite de semilla de
chía
De acuerdo con su composición, el aceite de la
semilla de chía tiene un predominio de ácidos grasos insaturados (alrededor del
75% del total), siendo los más abundantes los ácidos oleico (6.9%) linoleico
(18.8%) y linolénico (58.7%), este último de la serie omega-3.
Los ácidos
grasos omega-3 son ácidos grasos de cadena larga y poliinsaturados. Estos
compuestos son esenciales para una formación óptima de los tejidos y desempeñan
un importante papel en el funcionamiento del sistema nervioso central y en la
prevención de numerosas patologías.
El ácido
alfalinolénico (omega 3) en el cuerpo humano actua como sustrato para la
transformación en DHA (ácido docosahexanoico) y EPA (eicosapentanoico), ácidos
grasos poliinsaturados fundamentales en nuestra nutrición por ayudar a mantener
la flexibilidad de las membranas celulares, facilitando la entrada de oxígeno y
nutrientes y la salida de dióxido de carbono y los residuos celulares, siendo
fundamentales en la prevención y tratamiento de distintos procesos
cardiovasculares, neurodegenerativos, inflamatorios e incluso el cáncer.
Entre los
efectos benéficos de los aceites de la serie omega-3 se incluyen los
siguientes: reducen los niveles séricos de colesterol y triglicéridos;
disminuyen la ateroesclerosis y, por ende, los riesgos de enfermedades
cardiovasculares; disminuyen la presión sanguínea; alivian los efectos de las
enfermedades artríticas y reumatoides, y protegen la formación y funcionamiento
de la mielina, sustancia que recubre las fibras nerviosas y rodea el axón, la
cual facilita la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos. Además de
ello, hay evidencias sólidas de que los aceites omega-3 pueden también ayudar
en el tratamiento del asma, el glaucoma, la esclerosis múltiple y la diabetes,
además de prevenir el cáncer.
Todavía
más recientemente, ciertas investigaciones han mostrado que los ácidos grasos
omega-3 tienen un efecto benéfico sobre los factores hemostáticos en el ser
humano, y asimismo efectos antiinflamatorios e inmunorreguladores. Incluso se
han obtenido buenos resultados en migrañas y depresiones mediante el
tratamiento con dichos ácidos.
El ser humano pasa la
primera mitad de su vida
arruinando la salud y la
otra mitad intentando
restablecerla.
Joseph Leonard
Los carbohidratos y fibra de la
semilla de chía
Las
semillas contienen un alto porcentaje de fibra, de tal suerte que 100
gramos de Chía
aportan el 100% de las necesidades de fibra diaria, en forma de mucílagos
(fibra soluble), que retarda el índice de glucosa en sangre y reduce la
absorción del colesterol.
En un
medio acuoso, la semilla queda envuelta en un copioso polisacárido
mucilaginoso. Aunque se digieren fácilmente, absorben más de 7 veces su peso en
agua Cuando una cucharada de chía es mezclada con agua y puesta a reposar
durante algunos minutos, se formará un gel sólido; tal reacción se debe a la
fibra soluble de la semilla. El gel formado en el estómago se convierte en una
barrera física para la digestión enzimática rápida de algunos carbohidratos,
impidiendo su transformación en azúcares sencillos y modulando el metabolismo
de estos compuestos en beneficio, por ejemplo, de los diabéticos, al convertirse
en hidratos de carbono de liberación lenta, no habiendo picos de insulina y
evitando estresar al páncreas.
Por otro
lado, la fibra dietética de la chía tiene un efecto favorable durante el
transporte del bolo fecal, previniendo así la obesidad y diversas enfermedades
del tracto digestivo. Estas propiedades hidrofílicas de la fibra soluble de la
semilla de chía, permiten que, una vez consumida, el organismo prolongue su
estado de hidratación, retenga humedad y se regulen más eficientemente los
fluidos corporales, la absorción de nutrientes y, consecuentemente, el balance
electrolítico.
Estudios
realizados en el año 2004 por el Dr. Vladimir Vuksan de Toronto (Canadá)
concluyeron que una ingesta regular de semillas de Chía ayuda a reducir la
coagulación de la sangre, las inflamaciones, descenso de la tensión arterial,
mejora de la función endotelial, la fibrinolisis y el nivel del hierro.
Los días de enfermedad
estoy más cerca de Dios.
Santa Teresa de Jesús
Otros
nutrientes interesantes de la Chía
La semilla
de chía contiene, adicionalmente, compuestos con potente actividad antioxidante,
como ácido cafeíco, miricetina, quercetina y kaemperol; éstos flavonoides
aportan propiedades antiinflamatorias, antimutagénicas, antivíricas y
anticancerigenas.
Asimismo
es una buena fuente de vitamina B y muy rica en minerales de gran valor
nutritivo como el hierro, calcio, fósforo, potasio, zinc, cobre, selenio,
magnesio y manganeso.
El aporte
calórico es muy bajo, no tiene gluten, por lo que pueden consumirlo los
celiacos y facilita en gran medida la depuración y evacuación intestinal.
Es
interesante saber que como los insectos no se sienten atraídos por la planta,
en su cultivo no se utilizan fitosanitarios, por lo que se puede hablar siempre
de cultivos orgánicos y ecológicos.
Es ideal
consumirlas después de trituradas y echadas unos minutos en agua o zumo.
Yo
particularmente las tomo todos los días en el desayuno, pongo en el molinillo eléctrico una cucharada de semillas de Chía, dos de semillas de lino dorado y una de
sésamo tostado; las dejo unos minutos en un poco de agua mientras hago un zumo
de limón con pomelo; luego hecho el zumo en el vaso con las semillas
trituradas, lo revuelvo y bebo.
Amigos,
salud para todos.
no de sus enfermedades.
Casi todos los hombres
mueren de sus remedios,
Molière
Una pregunta, ¿se conoce esta semilla por algún otro nombre?
ResponderEliminarNo, Lola.
EliminarLa forma más común para consumir la chía es: en un litro de agua licuar un par de limones con todo y cáscara bien lavados eliminándoles las semillas, hielo y dulce al gusto, colar y al final agregar lo de una cucharada sopera de chía, agitar con la misma cuchara para integrar la chía en la limonada. Reposar unos diez minutines y a disfrutar.
Se recomienda agitar antes de servirse.
¡Salud!
Muy interesante y completa info sobre esta maravillosa semilla que tantos beneficios nos aporta. La consumo en casi todas las comidas. Muchas gracias , comparto =)
ResponderEliminarDesconozco que haya otros nombres para denominar la Chía o Salvia Hispánica.
ResponderEliminarTambién se puede consumir con leches vegetales, ensaladas, frutas, sopas, cremas, verduras, etc. Las semillas no tienen sabor ni olor. Para aprovechar al máximo sus nutrientes es mejor consumirla molida. Se puede tomar a cualquier hora del día, mejor antes de las comidas.
Interesante es la limonada que nos comenta Baus; si los limones son ecológicos, mejor, y si necesitáis endulzar las opciones mejores son la estevia y el sirope de ágave, cuyo índice glucémico es bajo.
es increible el uso de las semillas de chia muy saludable
ResponderEliminarUn saludo y gracias Jesús.
ResponderEliminar