"La mayor enfermedad, hoy día, no es la lepra ni la
tuberculosis sino mas bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por
todos"
Madre
Teresa De Calcuta
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JENGIBRE: "FORMA DE CUERNO" |
Una de las lenguas más antiguas del mundo, el Sánscrito
lo designó como Sringavera, que significa: “forma de cuerno”, por asemejarse a
las astas de un ciervo.
Los griegos derivaron de ahí la palabra zingiberir, lo
cual pasó a ser jengibre en español y "ginger" en inglés sinónimo de
"fuego" "ardor" o "brío".
Los hindúes y los chinos lo usaban desde el comienzo de
su civilización. Confucio lo menciona en sus Analectas.
Los romanos le pusieron un impuesto de aduana si pasaba
por el Mar Rojo, porque después de la pimienta ocupaba el segundo puesto en
importancia en el consumo de la dieta romana.
El Corán también menciona al jengibre: " Se harán
circular entre los justos vasijas de plata y copas de cristal que contendrá una mezcla
de jengibre…”
Durante el siglo noveno después de Cristo, el jengibre
llegó a Francia y Alemania y posteriormente a Inglaterra, el rey Enrique VIII
estimaba mucho al jengibre, y uno de sus recetas favoritas era una
"cola de buey macerada en jengibre". El jengibre se convirtió en una
de las especias más cotizadas de Europa y en Basilea se llego a denominar a una
calle "Ingwergasse" o "calle del jengibre".
A comienzos del siglo XVI, el español Francisco de
Mendoza llevó el jengibre a las Antillas, y fueron los españoles que introdujeron
esta raíz en México y en Perú. Estas
tierras fueron tan propicias para el cultivo de esta raíz que se logró embarcar
en 1547, mil toneladas de jengibre para el viejo continente.
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WILLIAN SHAKESPEARE |
William Shakespeare, en su obra "Trabajo de amor
perdido" nos dice: "Y si solo tuviese un penique en el mundo, te lo
daría para comprar pan de jengibre". La reina Isabel I de Inglaterra se
moría por este pan.