“ Para ganar conocimiento, aprende algo bueno todos los días.Para ganar sabiduría, olvida algo malo todos los días”
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"Mientras que el hombre respira, para él hay esperanza". |
En este artículo voy a tratar como podemos mediante la relajación y la respiración abdominal, lo que podríamos llamar “respiración consciente”, evadirnos de nuestras preocupaciones durante unos minutos, rebajar el nivel de ansiedad, oxigenar debidamente todo nuestro organismo y reducir o prevenir la sobreactivación fisiológica producida por la ansiedad y el estrés.
Es interesante dedicarle unos minutos diarios, emulando las costumbres orientales, más proclives a la meditación, al entrenamiento y al conocimiento del cuerpo y de la mente.“Mi mente es como un estanquetan tranquilo como cuando no hay viento…”
Los
occidentales canalizamos la ansiedad con el deporte y/o gimnasio como válvula
de escape, pero pasamos casi directamente a la consulta psicológica o
psiquiátrica, cuando el descontrol es serio; nos falta entrenamiento en la meditación y relajación con uno mismo.
Básicamente existen tres tipos de respiración:
1) La respiración torácica en que el aire entra y
sale de los pulmones como si de un fuelle se tratara, con apertura y cierre de
la caja torácica; el aire ocupa solo la parte alta y media de la caja torácica,
elevándose el pecho al inspirar.
2) La respiración abdominal o diafragmática, en que el movimiento del diafragma hace que el aire salga y entre de los pulmones (el diafragma es un músculo con forma de arco situado donde terminan las costillas).
3) Respiraciones mixtas en que hay una combinación de movimientos torácicos y diafragmáticos.
La respiración torácica favorece en el organismo efectos metabólicos que propician la activación fisiológica. Es una respiración que se da preferentemente durante el día, periodo el que el organismo está movilizado o listo para actuar en función de las demandas o exigencias del medio y de sus propias necesidades o intereses, y muy particularmente en situaciones de actividad física, ansiedad y estrés.
“Cuando la concentración impregna la mente y el cuerpo, el poder de la respiración se vuelve uno con el universo, extendiéndose suave y naturalmente hasta el límite absoluto, pero, a la vez, la persona se hace cada vez más autocontenida e independiente”
La respiración abdominal favorece procesos fisiológicos que
propician la desactivación, la recuperación y la reparación
del equilibrio homeostático del organismo, alterado por la actividad
diaria. Es una respiración que se da preferentemente por la noche y a
veces en situaciones de reposo durante el día, tanto más cuanto más entrenado
se está en practicarla. Así pues ambas respiraciones son conocidas y utilizadas
por el organismo de forma automática en función de los procesos fisiológicos
que necesita favorecer en diferentes momentos. De hecho, cuando hablamos de
aprender a respirar abdominalmente, a lo que nos referimos a es a aprender a
movilizar voluntariamente el diafragma, para respirar abdominalmente en
algunos momentos o situaciones que nos convenga, aprovechando una
característica del organismo y de esta respiración que ya se produce bajo
determinadas condiciones.
-Busque un momento y un lugar donde no vaya a ser interrumpido.
“Busca el movimiento dentro de la quietud, y la quietud dentro del movimiento”
-La primera condición para que el diafragma se mueva es que
físicamente pueda hacerlo, es decir, tenga recorrido para poder desplazarse:
afloje prendas de ropa o cinturones que puedan apretarle a la altura de la
cintura.
-Los primeros días practique la respiración abdominal
acostado, con las rodillas elevadas y la planta de los pies apoyada en el suelo
o la cama. Posteriormente aprenda a hacerla sentado y, más tarde, también de
pie. Si practica la técnica sentado, apoye bien la zona lumbar en el respaldo y
evite posturas cerradas o inclinarse hacia delante, de otro modo podría
obstaculizar el desplazamiento del diafragma.
-Durante los primeros días de aprendizaje, coloque una mano
encima de su pecho, y la otra sobre el abdomen. Cuando respire, la mano que
debe elevarse es la que está sobre el abdomen, no la que está sobre el pecho
-al final de la inspiración podría elevarse muy ligeramente-.
-Aprenda a distinguir una respiración de la otra. Saque bien
el aire y después trate de tomarlo con la barriga, sin que se eleve
apenas el pecho. No se preocupe si los primeros días se confunde, no le
sale bien, respira peor que si no hiciera nada, o incluso se fatiga un poco.
Eso es normal en la primera fase de aprendizaje.
-Para
empezar a aprender, practique en situaciones o momentos de tranquilidad. En
términos generales, se recomienda tomar el aire por la nariz y expulsarlo por
la boca, aunque también podía hacerse de otra forma, si le resultase más
cómodo, por ejemplo, tomándolo y expulsándolo por la nariz.
-Si
tiene dificultades para seguir el ritmo, inspire durante 3 segundos, haciendo
una pequeña pausa y espire durante 5 más. Así llevará una velocidad de 8
respiraciones por minuto, que es el ritmo adecuado. Los primeros días, no
obstante, le saldrá un ritmo más elevado e irregular. Es normal. Es preferible
que los primeros días se centre en aprender el procedimiento de movilización
del diafragma, posteriormente ya irá mejorando el ritmo.
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Respiración abdominal en el trabajo |
La respiración abdominal es una técnica de desactivación muy efectiva, y es un procedimiento que está en la base de otras muchas técnicas de relajación. De entre todas ellas, la respiración abdominal es, además, la más discreta: podemos practicarla, sentados o de pie, en presencia o cercanía de otras personas, de forma totalmente desapercibida para ellas. Es además una técnica muy versátil: no requiere para su práctica ningún tipo de aparato, ni ropa especial, ni largos periodos de tiempo disponibles para hacerla. Es fácil encontrar cinco minutos: holguras entre actividades, tiempos de espera, desplazamientos en transportes públicos, antes de ir a dormir, etc.
Una
recomendación para completar la técnica de respiración abdominal con la
meditación y relajación, es aprovechar mientras hacemos las respiraciones y
tener pensamientos positivos, ya sean de tipo espiritual, si somos creyentes o algún otro tipo de pensamientos que nos produzcan placer y emociones positivas.
Este tipo
de respiración consciente y relajación con pensamientos puros y positivos, son
fuerzas que actúan mejorando nuestro bienestar emocional y nuestra salud.
El Chi en la Medicina Tradicional China es el aire, el fluido que anima la respiración.“La fortaleza del Chi evita tu agotamiento”
Ahora que ya sabemos hacer la respiración abdominal, os voy a poner un video muy interesante para aprender a relajarse en un minuto:
Interesante!
ResponderEliminarUna buena respiración ayuda mucho a nuestro bienestar tanto físico como psicológico. Estar un rato a solas con uno mismo, lo que se dice meditar, es bueno para encontrar nuestro centro y facilita recuperar el equilibrio emocional. A respirar más y mejor!!!
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Manuel por tu comentario tan atinado.
ResponderEliminarOs voy a poner un video con algún tipo de mudra, que os puede ayudar en las relajaciones,muy estético, una variante ibicenca. Espero que os guste:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=mtYjWzSG_vA